Educación Sexual Integral (ESI)

La Educación Sexual Integral permite abordar la sexualidad, como algo complejo, heterogéneo y en movimiento; la considera indisociable del cuidado del cuerpo propio y ajeno, de la afectividad, la diversidad, el ejercicio de derechos y la perspectiva de género.
Este abordaje implica una mirada liberadora, que contribuye y promueve la salud y el bienestar tanto individual como grupal.
De esta perspectiva es posible afrontar el sufrimiento subjetivo, la discriminación, la segregación y la violencia a partir del respeto, el cuidado y la empatía.